Introducción
Crujiente, dorada y perfectamente condimentada, esta milanesa de pollo se cocina a la perfección en la parrilla Arteflame. Acompañada con una ensalada de rúcula y limón, este plato es reconfortante y elegante. La plancha de Arteflame deja una corteza hermosamente uniforme que conserva la jugosidad del pollo.
Ingredientes
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Para el pollo:
- 4 pechugas de pollo deshuesadas y sin piel
- 1 taza de harina para todo uso
- 2 huevos grandes
- 2 cucharadas de agua
- 1 taza de pan rallado (preferiblemente panko)
- 1/2 taza de queso parmesano rallado
- 1 cucharadita de ajo en polvo
- 1 cucharadita de pimentón ahumado
- Sal y pimienta negra recién molida
- 4 cucharadas de mantequilla (para asar)
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Para la ensalada:
- 4 tazas de rúcula fresca
- 1/4 taza de tomates cherry, cortados por la mitad
- 2 cucharadas de queso parmesano rallado
- Jugo de 1 limón
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- Sal y pimienta al gusto
Instrucciones
Paso 1: Enciende la parrilla Arteflame
Comience encendiendo la parrilla Arteflame con servilletas empapadas en aceite vegetal debajo de la leña. Deje que la parrilla se caliente durante unos 20 minutos hasta que la plancha plana alcance una temperatura media, perfecta para freír el pollo de manera uniforme.
Paso 2: Preparar el pollo
- Golpee cada pechuga de pollo entre dos hojas de envoltura plástica hasta que tenga un grosor de aproximadamente 1/4 de pulgada.
- Prepare una estación de empanizado con tres tazones poco profundos:
- Cuenco 1: Mezclar la harina con una pizca de sal y pimienta.
- Cuenco 2: Batir los huevos con agua hasta que quede una mezcla homogénea.
- Tazón 3: Combine el pan rallado, el queso parmesano, el ajo en polvo, el pimentón ahumado, la sal y la pimienta.
- Primero, reboza cada pechuga de pollo en la harina, luego en la mezcla de huevo y, por último, cúbrela con la mezcla de pan rallado. Presiona suavemente para asegurar una capa uniforme.
Paso 3: Asa el pollo
- Derretir 2 cucharadas de mantequilla en la plancha Arteflame, cerca de la rejilla central para lograr una zona de calor moderada-alta.
- Coloque el pollo empanizado sobre la plancha untada con mantequilla y cocínelo durante unos 3-4 minutos de cada lado, hasta que esté dorado y crujiente.
- Mueva el pollo a los bordes más fríos de la plancha para terminar de cocinarlo, aproximadamente 2 a 3 minutos más, asegurándose de que la temperatura interna alcance los 165 °F.
- Retire el pollo y colóquelo sobre una rejilla para mantener la corteza crujiente mientras prepara la ensalada.
Paso 4: Preparar la ensalada
- En un tazón grande, mezcle la rúcula y los tomates cherry con aceite de oliva, jugo de limón y una pizca de sal y pimienta.
- Cubra con queso parmesano rallado para decorar.
Paso 5: Servir
Sirva la milanesa de pollo con la ensalada de rúcula encima o al costado. Acompañe con una rodaja de limón extra para exprimir.
Consejos
- Pan rallado: Use panko para lograr una textura más crujiente o añada condimento italiano al pan rallado simple para agregarle más sabor.
- Mantequilla para freír: La mantequilla aporta riqueza y favorece el dorado. Añada más mantequilla según sea necesario durante la cocción.
- Gestión del calor: Mantenga el pollo cerca del centro para dorarlo inicialmente y muévalo hacia afuera para evitar que se queme.
Variaciones
- Milanesa de limón y hierbas:Agregue ralladura de limón y perejil picado a la mezcla de pan rallado para darle un toque fresco.
- Milanesa picante:Agregue una pizca de pimienta de cayena o hojuelas de chile a la mezcla de pan rallado para darle un toque picante.
- Caprese milanesa:Cubra con mozzarella fresca, tomates en rodajas y hojas de albahaca.
- Milanesa mediterránea: Sirva con un acompañamiento de salsa tzatziki y una ensalada estilo griego.
- Milanesa con queso:Cubra el pollo con provolone o mozzarella derretido justo antes de servir.
Maridajes
Combine este plato con patatas asadas, verduras a la parrilla o un vino blanco ligero como Pinot Grigio o Sauvignon Blanc para una comida completa.
Conclusión
Esta receta de milanesa de pollo demuestra cómo la parrilla Arteflame puede crear una corteza perfectamente crujiente y sabrosa. Acompañada con una refrescante ensalada de rúcula, es un plato simple pero impresionante, ideal para cualquier ocasión.