Introducción
El scrapple es un clásico muy apreciado de la cocina holandesa de Pensilvania: un pan sabroso y especiado hecho con restos de cerdo y harina de maíz. Al cortarlo y asarlo en la parrilla Arteflame, adquiere una corteza crujiente y se mantiene jugoso y sabroso por dentro. Esta receta saca lo mejor del scrapple, asándolo a la perfección y combinándolo con acompañamientos tradicionales como mantequilla de manzana o jarabe de arce. Ya sea para desayunar, un brunch o un refrigerio abundante, obtendrá esa corteza dorada y el rico sabor que solo Arteflame puede ofrecer.
Ingredientes
- 1 hogaza de pan desmenuzado holandés de Pensilvania, refrigerado y cortado en rodajas de ½ pulgada de grosor
- 2 cucharadas de mantequilla (más extra para la parrilla)
- Mantequilla de manzana y/o jarabe de arce, para servir.
- Hierbas frescas (opcional, para decorar)
Instrucciones
Paso 1: Enciende la parrilla Arteflame
- Vierta un poco de aceite vegetal en tres servilletas de papel.
- Coloque las servilletas empapadas en aceite en el centro de su parrilla Arteflame.
- Apila leña seca sobre las servilletas.
- Enciende las servilletas y espera unos 20 minutos hasta que la superficie de la parrilla esté completamente caliente.
Paso 2: Preparar el scrapple
- Mientras se calienta la parrilla, corte el pan scrapple en rebanadas de 1,25 cm de grosor con un cuchillo afilado. Enfriarlo facilita un corte limpio.
- Coloque las rodajas planas sobre una bandeja o plato, listas para asar.
Paso 3: Asar el scrapple
- Una vez que la parrilla Arteflame esté caliente, agregue una palmadita de mantequilla cerca de la plancha plana central para derretirla y cubrir la superficie de cocción.
- Coloque las rodajas de scrapple sobre el área plana de la encimera aproximadamente a la mitad entre la zona caliente central y el borde exterior.
- Ase cada lado durante unos 5 a 6 minutos o hasta que las rodajas estén bien doradas y crujientes por fuera.
- Ajuste la ubicación según sea necesario para garantizar que se doren de manera uniforme sin quemarse; gire las rebanadas hacia zonas más frías si es necesario.
Paso 4: Servir
- Transfiera las rodajas crujientes de scrapple directamente a los platos desde la parrilla.
- Sirva caliente con una cucharada generosa de mantequilla de manzana o un chorrito de jarabe de arce real.
- Decorar con hierbas frescas como tomillo o cebollino si se desea.
Consejos
- Mantenga el pan scrapple completamente frío antes de cortarlo: esto permite cortes más limpios y un mejor rendimiento en la parrilla.
- Derrita la mantequilla directamente sobre la plancha plana de su Arteflame para obtener sabor y una textura crujiente.
- Utilice los anillos interiores más calientes para sellar y los anillos exteriores para evitar que los alimentos queden demasiado crujientes al terminarlos.
- La limpieza es sencilla: raspe la superficie de cocción mientras aún esté tibia; no se necesitan ollas ni sartenes.
- Deje reposar el scrapple solo un minuto o dos antes de servir para que el exterior se mantenga crujiente.
Variaciones
- Scrapple picante:Agregue hojuelas de pimiento rojo triturado a la mantequilla en la parrilla para obtener una infusión de sabor picante.
- Scrapple con costra de hierbasPresione romero y tomillo frescos picados en cada rodaja antes de asarlas para obtener una mejora fragante.
- Scrapple glaseado con arce:Unte el scrapple con jarabe de arce durante el último minuto de cocción para lograr una corteza dulce y caramelizada.
- Pastel de queso cheddar fundido:Cubra cada rebanada con queso cheddar fino en los minutos finales y cúbrala sin apretar con papel de aluminio para que se derrita en la parrilla.
- Scrapple de cebolla campestre:Asar aros finos de cebolla con la espinaca y servir junto con un chorrito de vinagre de sidra.
Las mejores combinaciones
- Galletas de mantequilla de manzana y suero de leche
- Huevos escalfados o fritos
- Papas asadas para el desayuno en la cocina Arteflame
- Sidra recién prensada o café frío
Conclusión
Asar scrapple en el Arteflame transforma este clásico plato holandés de Pensilvania en algo ahumado, crujiente e inolvidable. Con su cremosidad y su sellado perfecto gracias a la sólida placa de acero, y acompañado de clásicos acompañamientos dulces, es una experiencia rústica y reconfortante llevada a otro nivel.