Bolonia del Líbano a la parrilla con estilo de Pensilvania

Introducción

Si nunca has probado la mortadela libanesa a la parrilla, caramelizada a la perfección, te espera una delicia única de Pensilvania. Esta especialidad del centro de Pensilvania adquiere un sabor completamente nuevo al asarse en una parrilla Arteflame. El poder de sellado de la rejilla central retiene los jugos al instante, caramelizando la superficie hasta formar una corteza deliciosa que solo encontrarás en los mejores asadores, ¡y ahora también en tu patio! Este clásico, sencillo y de sabor intenso, te encantará todo el año, ¡especialmente con queso fuerte y mostaza!

Ingredientes

• 1 libra de mortadela del Líbano, cortada en rodajas de 1/2 pulgada de grosor
• 4 oz de queso cheddar fuerte, rebanado
• 1/4 taza de mostaza integral o mostaza marrón picante
• 2 cucharadas de mantequilla sin sal para asar a la plancha
• Opcional: hierbas frescas (perejil o tomillo) para decorar.

Instrucciones

Paso 1: Enciende tu parrilla Arteflame

1. Coloque tres servilletas de papel en el centro de la parrilla Arteflame.
2. Vierta aceite vegetal en cada servilleta hasta que esté saturada.
3. Apila leña sobre las servilletas.
4. Enciende con cuidado las servilletas.
5. Deje reposar la leña durante 20 minutos para que se formen brasas y se caliente la estufa. Mientras tanto, prepare los ingredientes.

Paso 2: Sellar la mortadela del Líbano

1. Coloque rodajas gruesas de mortadela libanesa directamente sobre la rejilla central de la parrilla, donde alcanza más de 1000 °F.
2. Selle cada lado durante 15-30 segundos hasta que se caramelice. Vigile atentamente para evitar que se queme.
3. Utilice pinzas para darle la vuelta rápidamente; busca bordes oscuros y crujientes con centros jugosos.

Paso 3: Termine de cocinar en la encimera plana

1. Mueva las rodajas selladas de la rejilla central a la superficie plana que las rodea.
2. Coloque una pequeña cantidad de mantequilla debajo de cada rebanada para realzar el sabor y evitar que se pegue.
3. Deje cocinar las rebanadas de 2 a 3 minutos más, según el punto de cocción deseado. Si es necesario, gírelas hacia el borde de la placa para reducir el fuego.

Paso 4: Servir

1. Plato con lonchas de queso cheddar fuerte junto a la mortadela caliente.
2. Rocíe o sirva mostaza integral al costado para mojar.
3. Decorar con hierbas, si se utilizan, y disfrutar mientras está caliente.

Consejos

• Retire la mortadela de la parrilla Arteflame cuando alcance una temperatura interna de 140 °F (continuará subiendo hasta alcanzar los 155 °F fuera del fuego).
• Utilice una madera de calidad como roble o nogal para lograr un perfil de humo sabroso.
• La mantequilla añade riqueza y ayuda a caramelizar la mortadela, mejorando la textura.
• Corte previamente todos los acompañamientos para poder servirlos directamente de la parrilla.
• Preste atención a las zonas de calor: aleje los alimentos del centro si se están cocinando demasiado rápido.

Variaciones

1. Mortadela picante con jalapeño: Agregue jalapeños en rodajas finas y una capa de queso pepper jack para darle un toque picante.
2. Dulce y ahumado: Pincele la mortadela con un glaseado de arce antes de asarla a la parrilla; acompáñela con gouda ahumado.
3. Estilo menonita: Agregue una rodaja de scrapple asada en la superficie plana con mantequilla de manzana al costado.
4. Hamburguesas de boloñesa: Sirva las rebanadas asadas dentro de panecillos frescos con pepinillos y alioli.
5. Pila de desayuno: Cubra cada rebanada caliente con un huevo frito cocinado en la superficie plana y espolvoree con cebolletas.

Las mejores combinaciones

• Ensalada de col casera o ensalada de patatas al estilo Amish
• Pretzels suaves y tibios untados con mantequilla
• Cerveza de abedul o cerveza de raíz
• Cerveza lager fría, como la Yuengling (otro clásico de Pensilvania)
• Rodajas de manzana fresca o cebollas a la parrilla para un dulce contraste.

Conclusión

Asar mortadela libanesa sobre Arteflame es posiblemente la forma más típica de Pensilvania de disfrutar esta icónica carne. Caramelizada por fuera, jugosa por dentro y acompañada del toque intenso de la mostaza y el queso fuerte, es una comida reconfortante elevada a la grandeza. Prácticamente sin necesidad de limpiar, esta deliciosa tradición se convertirá en un clásico en tu parrillada.