Cinco salsas esenciales que todo cocinero casero debería dominar

Mejora tu cocina con estas cinco salsas versátiles y sabrosas. Desde la clásica bechamel hasta una salsa de sésamo asada de inspiración asiática, estas recetas realzarán una variedad de platos, agregando profundidad y riqueza a sus comidas. Perfectas para acompañar carnes, verduras, pastas y más, estas salsas son imprescindibles en todas las cocinas.

1. Salsa Bechamel Clásica

La bechamel es una salsa francesa fundamental que agrega una riqueza cremosa a platos como lasaña, macarrones con queso y gratinados. Esta suave salsa blanca es fácil de preparar e increíblemente versátil.

Ingredientes:

• 4 cucharadas de mantequilla sin sal
• 4 cucharadas de harina para todo uso
• 2 tazas de leche entera, tibia
• 1/4 cucharadita de nuez moscada rallada
• Sal y pimienta al gusto

Instrucciones:

1. En una cacerola mediana, derrita la mantequilla a fuego medio.
2. Una vez derretida, agregue la harina y bata durante aproximadamente 2 minutos para formar un roux.
3. Agregue gradualmente la leche tibia, batiendo constantemente para evitar grumos.
4. Continúe cocinando, batiendo hasta que la salsa espese, aproximadamente de 5 a 7 minutos.
5. Sazone con nuez moscada rallada, sal y pimienta. Retirar del fuego y utilizar inmediatamente.

2. Salsa de sésamo asada

La salsa de sésamo asada es una rica salsa con sabor a nuez que añade profundidad a ensaladas, fideos y carnes a la parrilla. Su sabor terroso se equilibra con un toque de dulzura, lo que lo convierte en una deliciosa adición a platos de inspiración asiática.

Ingredientes:

• 1/4 taza de semillas de sésamo tostadas
• 2 cucharadas de aceite de sésamo
• 1/4 taza de salsa de soja
• 1 cucharada de vinagre de arroz
• 1 cucharada de miel
• 1 diente de ajo, picado
• 1 cucharada de agua (opcional, para diluir)

Instrucciones:

1. En un procesador de alimentos o licuadora, combine las semillas de sésamo tostadas, el aceite de sésamo, la salsa de soja, el vinagre de arroz, la miel y el ajo picado.
2. Licuar hasta que quede suave. Si la salsa queda demasiado espesa, agregue agua 1 cucharadita a la vez hasta alcanzar la consistencia deseada.
3. Pruebe y ajuste el condimento si es necesario. Úselo inmediatamente o guárdelo en el refrigerador hasta por una semana.

3. Salsa barbacoa picante

Esta salsa barbacoa picante es la combinación perfecta de sabores dulces, ahumados y picantes. Ideal para untar costillas, pollo o hamburguesas, es imprescindible para cualquier amante de la barbacoa.

Ingredientes:

• 1 1/2 tazas de salsa de tomate
• 1/2 taza de vinagre de sidra de manzana
• 1/4 taza de azúcar moreno
• 2 cucharadas de salsa inglesa
• 2 cucharadas de mostaza Dijon
• 1 cucharada de pimentón ahumado
• 1 cucharadita de ajo en polvo
• 1 cucharadita de cebolla en polvo
• 1/2 cucharadita de pimienta negra
• 1/4 cucharadita de pimienta de cayena (opcional, para picante)

Instrucciones:

1. En una cacerola mediana, combine todos los ingredientes a fuego medio.
2. Revuelva bien para combinar y lleve la mezcla a fuego lento.
3. Reduzca el fuego a bajo y cocine a fuego lento durante 15 a 20 minutos, revolviendo ocasionalmente, hasta que espese.
4. Ajuste el condimento al gusto y deje que la salsa se enfríe antes de servir o guardar.

4. Salsa holandesa clásica

La salsa holandesa es una salsa rica y mantecosa que es un componente clave de los huevos Benedict y combina maravillosamente con verduras y mariscos al vapor. Elaborado con yemas de huevo, mantequilla y jugo de limón, es un complemento lujoso para cualquier plato.

Ingredientes:

• 3 yemas de huevo
• 1/2 taza de mantequilla sin sal, derretida y tibia
• 1 cucharada de jugo de limón
• 1/2 cucharadita de mostaza Dijon (opcional)
• Sal y pimienta al gusto

Instrucciones:

1. En un recipiente resistente al calor, bata las yemas de huevo y el jugo de limón hasta que espese un poco.
2. Coloque el recipiente sobre una olla con agua hirviendo (método de baño maría), asegurándose de que el fondo del recipiente no toque el agua.
3. Agregue lentamente la mantequilla derretida tibia, poco a poco, hasta que la salsa se espese y se vuelva cremosa.
4. Retirar del fuego y sazonar con sal, pimienta y mostaza Dijon si se usa. Servir inmediatamente.

5. Salsa Pesto Fresca

El pesto es una salsa herbácea vibrante hecha con albahaca fresca, ajo, queso parmesano y piñones. Perfecta para mezclar con pasta, untar en sándwiches o rociar sobre verduras asadas, esta salsa está llena de sabor.

Ingredientes:

• 2 tazas de hojas de albahaca fresca
• 1/2 taza de queso parmesano rallado
• 1/3 taza de piñones (o nueces)
• 3 dientes de ajo, picados
• 1/2 taza de aceite de oliva virgen extra
• Sal y pimienta al gusto
• Jugo de 1/2 limón (opcional)

Instrucciones:

1. En un procesador de alimentos, combine las hojas de albahaca, el queso parmesano, los piñones y el ajo picado.
2. Pulse hasta que los ingredientes estén finamente picados.
3. Con el procesador en funcionamiento, vierta lentamente el aceite de oliva hasta que la mezcla esté suave y bien combinada.
4. Sazone con sal, pimienta y jugo de limón si lo usa. Sirva inmediatamente o guárdelo en el refrigerador hasta por una semana.

Conclusión

Estas cinco salsas esenciales (bechamel, sésamo tostado, barbacoa, holandesa y pesto) ofrecen una amplia gama de sabores y usos, lo que las hace indispensables en cualquier cocina. Ya sea que esté buscando agregar un elemento cremoso, de nuez, ácido o herbáceo a sus platos, estas salsas son versátiles y fáciles de preparar, perfectas para cocineros caseros de todos los niveles.

Mejores parejas

• Salsa Bechamel: Ideal para lasaña, macarrones con queso o como base para sopas cremosas.
• Salsa de sésamo asado: Perfecta para ensaladas, carnes a la parrilla o fideos.
• Salsa barbacoa picante: ideal para costillas, alitas de pollo o hamburguesas.
• Salsa holandesa: Deliciosa con huevos benedictinos, espárragos al vapor o mariscos.
• Salsa Pesto Fresca: Excelente para pasta, sándwiches o verduras asadas.